jueves, 31 de diciembre de 2009

Sweet fifty-two

Miró las tres botellas de ron que estaban tiradas en el suelo junto a su cuerpo frío como el acero y pensó No necesitaba esto. Se levantó con la poca fuerza que le quedaba y librandose de los mareos y las nauseas que le venian fue cogiendo en sus brazos todas las botellas, intentando andar sin tambalearse ni caerse. Se acercó al borde de una alcantarilla y las tiró una a una, esperando oir como caia al agua una para tirar la siguiente. Se perfectamente lo que necesito. Comenzaba a tener calor, tanto que sudaba mientras intentaba caminar agarrandose con las dos manos a una pared. Una sola calle. Le parecía que aquella calle nunca terminaría, o que sus fuerzas flaquearian pronto, pero tenía que seguir andando. Unos doce metros más adelante casi se cae cuando la pared terminó, pero se sujetó sin saber muy bien como con su mano sudorosa. No es normal, pero ya queda poco. Miró con los ojos medio cerrados todos los botones de los pisos de aquel edificio, y cuando encontró el de ella picó y cayó al suelo, respirando como si el aire ya no llegase a sus pulmones. Ven, por favor. Quería decirselo, pero ya casi no tenía voz, tenía que guardar esa poca voz que le quedaba. Sintió su voz a través de aquel cacharro metálico, y cerró los ojos para imaginarse que ya estaba abajo. Pero se quedó prácticamente inconsciente hasta que sintió como la puerta de aquel edificio se abría, y allí estaba ella. Se levantó sin saber de donde sacaba las fuerzas, arañando los ladrillos y la pared para que el esfuerzo fuera más pequeño. Sentía su voz lejana diciéndole casi a gritos que si estaba bien y sus ojos mirandole con preocupación y miedo. Le puso una mano en el hombro y le dijo al oido: estoy borracho de amor, loco por ti. Finalmente se desplomó sobre ella y por fin, descansó.

Sweet fifty-one

Bueno señores, ¿Quien no tenía ganas ya de que llegase este día? Yo desde luego no, la verdad no me apetece pararme a pensar en este año viniendo desde Enero, ¿No se podría contar solo este último mes? Pero lo prometido es deuda:
Supongo que durante este año me ha pasado de todo, muchísimas cosas. Pero por pereza, vageza o poca memoria solo me acuerdo de Junio, Julio, Noviembre y como no, Diciembre.Y no creo que me acuerde de Diciembre porque es el mes en el que estamos aún hoy, si no porque digamos que ha sido el mes más especial del año.
Quitando esto no se que más decir , que estos 365 no fueron buenos hasta el final, ahora entiendo el dicho ese. Feliz 2010

viernes, 25 de diciembre de 2009

Sweet fifty

Tal vez tenían razón aquellas personas que decían que uno aprendía algo nuevo cada día. Últimamente él creía que la vida no le estaba dando grandes lecciones, que todo era bastante monótono.
Pero hoy, como si en cierta forma la vida hubiese estado esperando estos días para darle una lección gigantesca, había descubierto algo que le hacía sonreir fuese el momento que fuese. Ella. Abrió los ojos para ver los suyos y se dio cuenta de que, al fin y al cabo, se moría por todos y cada uno de sus huesos, de sus besos y de sus miradas.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Sweet fourty-nine

Le solían decir que la ignorancia era atrevida.
Él era un ignorante, un ser estúpido que hasta ese momento fundamentó sus decisiones en jugar a cara o cruz. En basar tu vida en dos caminos, hasta que se dio cuenta de que no le gusta ninguno de esos dos caminos, de que el que él quieres está en el medio, y no sabe que hacer.

Tal vez solo se des cuenta de eso cuando está debajo del árbol, cuando ha robado una bola y no quiere que nadie le vea.
Cuando en un principio esa bola era para algo... que ya no recuerda. Idiota.
Tan idiota que aún ahora no lo entiendo.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Sweet fourty-eight

Era 23 de Diciembre y al año le quedaban los días contados.
Algún día próximo se tendría que parar a pensar en toodo lo que había vivido este año 2009, pero desde luego ese día no iba a ser hoy. Hoy no podía pensar, hoy estaba en su modo OFF.


Would you lie with me and just forget the world?

Your perfect eyes, they're all I can see, off.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Sweet fourty-seven

Se asoma al balcón de su casa, en el cual no cabrian más de dos personas y se sienta en una barandilla verde con óxido bastante endeble que es todo lo que le salva de caer y morir.
Saca un cigarro y lo enciende, apurando las caladas mientras siente una música lejana proveniente de dos o tres calles más allá. Oooouuh, ooooohhhh, uuuh, ooooooooohhhh, yeaaah! . Se ríe, no puede evitarlo. Hacía tiempo que no podía estar ahí sentado sin desear caer, sin estar tentado de terminar con aquel sufrimiento continuo. Pero ahora ya no es asi, total... aunque no se considera la persona más feliz del mundo aún, no se siente del todo desgraciado.

Una vez más... liberado.

Sweet fourty-six

Quiero escribirte en una nota que jamás regresaré
Se ríe de un modo histérico, ya no puede pegar nada porque le duelen sus nudillos, ya no puede soñar despierto porque no tiene con que hacerlo, ya no le encuentra sentido a nada y le vuelven los recuerdos de un pasado doloroso, aun peor que el presente y que en conjunto eran una bomba.
Tras la risa empiezan a caer lágrimas al suelo. Plic, plic. Lágrimas que forman un río según va llorando con más fuerza, mientras dibuja una sonrisa en su cara. La sonrisa más triste del mundo. Una sonrisa de conformidad, ya que por fin había comprendido que toda su inconformidad era hoy conformidad, lo había aceptado. Su vida era esa, y su sentido era aquel, que ella fuese la razón de su sonrisa.
De su hoy triste sonrisa.
Trato de sacar la tinta de tus iniciales en mi piel


sábado, 19 de diciembre de 2009

Sweet fourty-five

Una mirada, un choque, unos segundos, una música, una situación, dos manos, cuatro ojos, miles de sentimientos.

Si algo quería ahora ya no era un cigarro, ni nada para colocarse. Ni si quiera una botellita de vodka que se podría haber comprado en cualquier tienda abierta a esas horas. Simplemente quería sus labios, una noche más, pegados a los suyos. Destilando en él la droga más tentadora de todas: su sabor. Su dulce y amargo sabor, indefinible.

Le bastó con que sus labios se rozasen una décima de segundo para que algo en su cabeza sonase. Crack, crack, ¡Piensa!

martes, 15 de diciembre de 2009

Sweet fourty-four


Angels with silver wings shouldn't know suffering.

¿Que era eso que sentía?, ¿Inocencia?, ¿Miedo?, ¿Impotencia?, ¿Mareo? No lo sabía, era una mezcla de tantísimos sentimientos que ya daba por perdidos. Desde que ella estaba en su vida se había sentido confiado, capaz de todo y seguro, pero cada mañana que la veía sentía esa mezcla de nuevo. Recuerdos de un viejo sentimiento poderoso: amor.

Precious and fragile things need special handling.

Su poder era increíble, le volvía bobo. Le dejaba K.O. en un segundo, en una mirada. Y en los mil y un sentimientos que él trataba de trasmitirle a ella, aunque se perdiesen en la distancia que le separase y se los llevase el viento frío, impidiendo que ella nunca se enamorase de él.

I'll wait for tomorrow.. too late to wait another day.

Your precious time.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Sweet fourty-three

Hoy hace un año de ti, de su sonrisa, de tu mirada, de tus labios, de tus ojos, de su profundidad, de tu cuerpo, de tus besos, de aquel abrazo, de los momentos, de los sueños, de las noches en vela, de las lágrimas, de los mensajes, de las alegrias, de las Coca-colas, de los avatares, de los tuentis, de los privados, de los 17 de Julio, de nosotros, de mi felicidad, de tu perfección, de tu ropa, de tu olor, de lo que causabas en mi, de lo que simbolizabas, de aquel banco, de tu pasado, de tus vecinos, de tu futuro, de tu móvil, de mi libro, de tu trabajo.

Un año, en el que no me arrepentí de nada, y llevo deseando que llegase este día para poder decirlo: serás siempre uno de los mejores recuerdos de mi vida.
She was the one.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Sweet fourty-two

Melancolía. (Del latín melancholia)Tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que hace que no encuentre quien la padece gusto ni diversión en nada.

Era un ser melancólico, con una visión particular de la vida y soñador hasta puntos insanos. Que nunca podía ser feliz completamente, puede que fuese por su melancolía... o puede que fuese el hecho de que le había prometido hacía ya dos años que aunque la olvidase ella siempre sería la razón de su sonrisa.

martes, 8 de diciembre de 2009

Sweet fourty-one

Y llovió, finalmente llovió y él acertó en lo que creía, tras pasar la peor noche de su vida un ángel le estaba buscando para devolverle un poco de aquella vida que entre gritos y lágrimas creía haber perdido.
Si, seguía sin encontrar el sentido a nada, pero al menos tenía una mano que le guiaba y le ayudaba, y podía cerrar los ojos y dejarse guiar. Porque sabía que confiaba en ella.
Tal vez hoy llueva, pero hoy tendrá un paraguas para cubrirse, y cuatro manos para sujetarlo.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Sweet fourty

Le dolía la cabeza, sabía que no era bueno para él ponerse a llorar de aquella manera... acababa siendo malo, hacía que le doliese la cabeza y los ojos se le cerrasen solos. Hasta que se dormía.
¿Como podían pedirle que un día como hoy fuese normal?, ¿Que se comportase como siempre, como si nada hubiese cambiado y todo siguiese el ritmo?
Podía haberlo hecho toda esta semana, había estado en un mundo feliz del que parecía que nadie podía bajarle, pero visto lo visto si, hasta volver a dejarle sin sueños, mirando el techo como lo había hecho tiempo antes que ya le parecía muy lejos.
Una noche de las que hacía tiempo echaba de menos, donde le pesaba todo el cuerpo, le dolía el corazón y deseaba la paz en cada una de sus lágrimas.

Hoy va a llover. Os lo aseguro, lloverá.

Sweet thirty-nine

No lo soportaba, no lo entendía. ¿Si nadie lo haría por que lo iba a hacer él? En cambio el que lo sentía era él.

Sweet thirty-eight





Únicos. U2.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Sweet thirty-seven

Queria que le clavasen un puñal y le matasen, hoy sabía que no tenía razones para querer suicidarse, pero si las tenía para querer que le matasen. Lloraba de impotencia y con un grito pedía que su sangre corriese por su camiseta y hiciese un ruido sordo al llegar al suelo, dejándole poco a poco sin fuerzas, matándole. No merecería vivir, solo estaba aquí para joder.
Y no quería eso, realmente no lo quería, realmente se odiaba. Necesitaba desaparecer ya, aunque ya no fuese por su paz, que el resto del mundo si pudiese celebrar su muerte.
Ahora aquel insignificante era un autentico estúpido.

Sweet thirty-six

Si algo le gustaba de su pasado era pararse a recordar esos pequeños momentos de felicidad que había tenido.
Por mucho que una persona le pudiese hacer daño, y por mucho que le costase levantarse después de caer por su culpa, por muchos malos días y por muchas lágrimas que pudiese derramar por una persona, cuando pasaban todas esas absurdas fases del odio y el rencor llegaba una etapa en la que solo intentas que en tu mente se queden los buenos recuerdos, los recuerdos de un día en el que te hicieron sentir casi tocar el cielo con los dedos, sentir como podias sonreir porque no habia nada en este mundo que en esos momentos te hacia sentir triste. Y esa es la magia de las cosas, las que aunque todo vaya mal nos hacen reir. La que permanece en nuestra memoria para recordarnos que por muy mal que esté todo, hubo una vez donde estuvo bien, donde fue insuperable, y que eso puede volver a pasar, y pasará.
Tal vez esto pruebe que la magia de la vida está en las pequeñas cosas, aunque parece ser que hoy en día ya nadie se para a ver esos pequeños detalles, esas pequeñas sonrisas, esos pequeños gestos.

She was the one.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Sweet thirty-five

Necesitaba un cigarro, necesitaba el dulce sabor de la nicotina en su boca y el humo desdenciendo por su garganta. Necesitaba ese sabor vicioso que se le quedaba en la boca tras apargarlo, y necesitaba también la ansiedad que le producía tenerlo en la boca pero que el mechero no encendiese y no pudiese fumar aún. Recordaba la reconfortante sensación de la primera calada, y las miradas recelosas cuando ya se estaba acabando, y deseaba que fuese interminable. Le gustaba recordar el mareo que le producía en sus primeros cigarros, cuando le permitia con solo mirar al cielo, sentir que lo podía ver todo en una mirada. Ahora para eso necesitaba algo más fuerte que los cigarros ya no le concedían. Desgraciadamente uno se acostumbra a todo.

Pero si ahora lo pensaba bien... fumar no era tan malo, era su pequeño vicio. Su evasión.

Sweet thirty-four

Te lo prometo, conseguiré que acabes odiandome. Tanto incluso que desees que desaparezca, y ese día lo haré, desapareceré.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Sweet thirty-three

Había algo en ella que, desde su desconocimiento, le resultaba conocido. Cuando iba tras ella, disimulando no ser más que otra persona que sale de clase, en realidad la observaba, quedandose con la boca abierta, fijándose en esos pequeños detalles en los que no te fijarías jamás de una persona si no te interesase como algo más que tu amigo.
A pesar de que sabía que ella y él no se conocían de nada, absolutamente de nada y lo máximo que podía saber era su clase, al verla caminar no podía evitar que su tranquilidad le pareciese familiar, hasta dulce. Tal vez no podría hablar mucho de sus labios, porque no se había fijado mucho en ellos, cuando pasaban cerca y la miraba lo hacía a los ojos, y ahí si que realmente, y por un chispazo que apenas duraba unos segundos, sentía que la conocía desde que había nacido, y que eran él uno para el otro, que siempre habían estado esperandose, en una vida vacía a la cual el otro podría dar sentido. ¿Y quien decía que no? Pero claro, quien sabe que pasaba por la mente de ella...

martes, 1 de diciembre de 2009

Sweet thirty-two





Le encantaba su palidez, sus ojos negros, sus labios, su mirada, su forma de caminar, de moverse, su voz, todo. Le encantaba. Y tenía ese maldito poder para volverle estúpido y dejarle sin palabras, para dejarle mudo y poner su corazoncito a mil. Ese efecto que tan poco le gustaba. Al fin y al cabo aunque fuese insignificante era una persona de ideas claras, y ella desmontaba su mundo, lo ponía del revés y lo batía para que su cerebro al igual que una Coca-cola se desbordase a la hora de pensar.
Tal vez no fuese aún demasiado importante, pero le daba fuerzas para levantarse cada mañana a cuatro grados y ponerse el iPod con esta canción:









It´s really good to hear your voice saying my name, it sounds so sweet coming from the lips of an angel. Hearing those words, it makes me weak.

Sweet thirty-one

Welcome December, hello cold hands.

Sweet thirty

Cuando los sueños superan a la realidad prefieres dormir.

Everytime I look into your eyes, I know it only comes once in life, and now my hearts gone cold.[...] I don't wanna be without you now, I just wanna be with you tonight.

Me paso el día y la noche soñando con que quizá al día siguiente si me atreva a no solo mirarla, si no también a decirle algo... pero pasa la noche y llega el día, y no le digo nada, y pienso mañana será.
Siempre espero que den ese paso por mi, y ya no hay nadie que haga eso por mi... realmente solo te das cuenta de que has hecho algo mal tiempo después, pero eres un gilipollas si, aun sabiendo que un día lo hiciste mal, al siguiente lo repites.
Y mi mente siempre me dice lo mismo, a cada minuto, me vuelve loco.

Are you ever gonna do that?


Hoy soy un insignificante... bastante gilipollas.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Sweet twenty-nine

Tenía ese don para hacerle sentirse aún más insignificante, para hacer que se preocupase tanto por ella que quisiese desaparecer para volver a aparecer en un mundo en el que si la viese llorando pudiese abrazarla y decirle que todo iría mejor.
Pero él no podía hacer nada, más que quedarse quiero y mirarla, esos ojos cristalinos que tal vez no dijesen nada, pero él entendía como la sinceridad absoluta.

Sweet twenty-eight

La respuesta que busco en tus labios, la descubro en tus ojos, cuando me miran, me lo dicen todo.
Y maldigo una y mil veces esta distancia que va de tus manos a mis manos, es entonces cuando más te pienso, es entonces cuando más te sueño, es entonces cuando más te quiero.
Busco a mi alrededor y no encuentro nada, no veo nada que no sea esta distancia, nada que no seas tu y esta distancia.
Me pregunto y te pregunto, si te puedo tener sin tenerte y tocar sin tocarte, si es posible no verte y mirarte.
[...]La esperanza de nunca perderte, la esperanza en que este sueño dure cuanto menos para siempre.
Y maldigo cada segundo que no paso a tu lado, cada instante en que quiero y no puedo, es entonces cuando más te pienso, es entonces cuando más te sueño, es entonces cuando más te quiero.
Busco a mi alrededor y no encuentro nada, no veo nada que no sea esta distancia.

martes, 24 de noviembre de 2009

Sweet twenty-seven



hovogliadite.

Sweet twenty-six

Cubrí mis ojos con mis manos y luego imaginé que estabas ahí de pie disimulando por mi.

Que tonto, sabía que ella era todo lo que buscaba y no se detenía a contemplarla ni un minuto. Era un cobarde, pero al pasar a su lado tenía una sonrisa de oreja a oreja. Menuda mierda esto del mundo del corazón, ¿Eh? Pero la verdad es que desde hacía mucho tiempo necesitaba sentirse vivo, y sonreir sin saber porqué. Hoy era ese día, y por eso recordaría el 24 de Noviembre como una fecha importante, quizá tanto como su amado dieciséis.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Sweet twenty-five

Ánimo. lat. anĭmus). m. Alma o espíritu en cuanto es principio de la actividad humana. 2. Valor, esfuerzo, energía. 3. Intención, voluntad. 4. Atención o pensamiento.

De tantas como había producido no pudo evitar que una de ellas entrase en su boca, sabían saladas, tal y como esperaba.
Al menos eso le distrajo unos minutos, y le permitió desconectar, un lujo que últimamente no se permitía con mucha frecuencia. Se preguntó como sabiendo que dentro de él había organos y todo eso podía sentir un vacío tan grande en su estómago.
Hacía unos minutos se había preguntado qué era el ánimo, pero por mucho que lo intentaba comprender era algo que escapaba a él, demasiado complicado. Hoy no tenía ganas de pensar.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Sweet twenty-four

When the world keeps spinning round
Si, hoy era Noviembre y un día más no era el idoneo para él. Tal vez mejoraría según el día fuese avanzando, quien sabe si al llegar la noche tal vez sería el hombre más feliz del mundo. Pero ahora, tras haber estado mirando el cielo desde un pequeño cubículo que era la terraza de su casa, se sentía un ser pequeño, inútil y despreciable, INSIGNIFICANTE.
Y veía el mundo desde un cristal, que cada vez que lo deseaba tocar se daba contra un cristal irrompible, que no le permitía más que ser un burdo expectador de un mundo que de vez en cuando le daba nauseas y de vez en cuando le obligaba a producir verdaderos gritos de pena por no poder ser partícipe en él.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Sweet twenty-three

Es de esos momentos en los que te pesa cada maldito músculo de tu cuerpo, y tienes que tocarte el corazón para cercionarte de que sigue ahí, de que no ha huido espantado por tanto dolor y tanta pena. El cerebro es el único causante del dolor que sufre el corazón, porque permite que le pisen una y otra vez, hasta que el dolor es insoportable... tanto que solo quieres huir a cualquier precio. Y que más dará si te llaman cobarde, no estarás aquí ya cuando te lo digan.
Pero mientras tanto, mientras no te llaman cobarde, sabes que lo eres, porque sigues aquí, con una lágrima corriendo por tu mejilla, sintiendo en la garganta como tu corazón late, haciendo de ese sonido la nana que cada noche te calma y te deja descansar, lo que tanto necesitas. Mente en blanco. Paz.

Sweet twenty-two

Se sentía tan perdido como de costumbre, navegante por un mar de aguas turbulentas cuyo barco no estaba preparado para soportar. Hasta ahora había lidiado con toda clase de olas y problemas a los que se había enfrentado, pero ahora le preocupaba tanto la tormenta que se acercaba... la preveía, sabía que estaba cerca... pero prefería hacer oidos sordos, quedarse en su camarote y esperar con los ojos tapados y muerto de miedo.
Quería sentir el mar en calma y ver el cielo azul, pensando que su única preocupación es si el día de mañana sería mejor que el de hoy, pero... donde él vivía el mar nunca estaba en calma, siempre había una ola, un animal o una roca que entorpecian su camino... nunca tenía un minuto para respirar y decir: tal vez hoy si.

martes, 17 de noviembre de 2009

Sweet twenty-one



Para ellos el tiempo se detuvo un instante... al fin y al cabo,
No need to laugh and cry, it's a wonderful life.

Sweet twenty

Y allí estaba con un cigarro y el sonido de las olas en sus oidos intentando desaparecer, para que le olvidasen, para que pudiese marearse en silencio, deseoso de algo más fuerte que le consiguiese hacer caer en la inconsciencia... la bendita inconsciencia que le libraría de sus males y le permitiría de una vez por todas olvidar hasta su nombre, su pasado y todo lo que incluia.
Quería un descanso, pero por una vez ese descanso no era ilimitado, simplemente necesitaba unas vacaciones duraderas, como cuando dormía y apagaba el cerebro, pero durante muuchas más horas, hasta resetear la memoria... ¿Era eso posible?

sábado, 14 de noviembre de 2009

Sweet nineteen

No olviden que a pesar de todo lo que les digan, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo (...). Les contaré un secreto: no leemos y escribimos poesía porque es bonita. Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana; y la raza humana está llena de pasión. La medicina, el derecho, el comercio, la ingeniería... son carreras nobles y necesarias para dignificar la vida humana. Pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor son cosas que nos mantienen vivos.

Y el muy estúpido de él se fijó en ella, aunque quizás se estuviese equivocando

viernes, 13 de noviembre de 2009

Sweet eighteen

Hoy él se sentía estúpido, y aunque no lo quisiera sentía algo que le recorcomía.
Si, no se sentía estúpido, hoy lo era.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Sweet seventeen



Que verdad, que triste realidad surgió de la nada y se alza ante mí. Me siento pequeña, pero nunca más confiada.

Como fue, ¿Qué tal la sensación de ver cómo ardían por ti mis manos en el fuego? Ya nada será igual es el final de la inocencia.

Iba a hacer una canción cruel escrita en tu honor que sacara de mí este veneno, pero en un sueño vi tu alma destrozada. Y al despertar lloré...

Un vuelo kamikaze a la eternidad.

Sweet sixteen

No sabía cono se sentía, pero sabía que si curvaba un poco su mueca seria se echaría a llorar, y rompería ese hilo fino que llamaba cordura.
En lugar de sonreir se quedó quieto, como una marioneta que ya no usan y cerro los ojos. Jugó a soñar que volaba. Se sintió libre como nunca en toda su vida lo había hecho, sintió que podía tocar el cielo con la punta de los dedos si estiraba la mano.
Abrió los ojos y la vio, estaba frente a él y le estaba tocando la mano, ella era el cielo que tanto jugaba a tocar. Sonrió y se echó a llorar. Ella como siempre, destrozando su puta fé y volviendole loco.

No need to laugh and cry, hoy se sentía un poco insensible y solo necesitaba descargar en silencio.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Sweet fifteen

Explotó.

Sweet fourteen

Hoy ese chico no tenía ni idea de que clase de sentimientos le llenaban, ni si quiera sabía si estaba lleno o vacío, solo sabía que estaba ahí, como siempre, un día más. Esperando a que llegase mañana, para que pasase otro día más que tachar del calendario, como esperando algo que nunca conseguía, como esperando algo que solo él faltaba por conseguir, su meta. Aunque si se paraba a pensarlo hacía mucho que no se fijaba una meta...
Pero bueno, que más daba eso ya hoy, él solo quería caminar por la calle mientras sentía con cada respiración como sus pulmones se congelaban con el aire frío.
Oh si, eso le hacía sentir vivo.

Sweet thirteen

Conforme. (Del lat. conformis). adj. Igual, proporcionado, correspondiente. || 2. Acorde con alguien en un mismo dictamen, o unido con él para alguna acción o empresa. || 3. Resignado y paciente en las adversidades.
Inconforme. adj. Hostil a lo establecido en el orden político, social, moral, estético, etc.

Tal vez como siempre, palabras muy difíciles de ser explicadas por un diccionario, el cual se debe encargar de darles una vision objetiva dependiendo todas ellas de la visión de la persona que las está leyendo. El ser conforme o inconforme depende totalmente de cada uno y su visión de conformidad.
Yo siempre me he considerado inconformista con todo lo relacionado a la vida, en que no me gustan cientos o tal vez miles de cosas sobre ella, pero cada día que pasa me doy más cuenta de que soy inconformista porque me falta lo único que le pido a la vida, porque me falta lo que quiero, porque hoy tal vez me he dado cuenta de que a su lado me volvería conformista. ¿Quien sabe si el amor nos vuelve, a la par que locos, conformes?

Sweet twelve



Él era un chico rubio, de piel muy clara, excesivamente delgado para su altura, de ojos grises totalmente inexpresivos. Siempre llevaba unos cascos grandes, antiguos y bastante rotos a los que se les caian las almohadillas para los oidos, solía vestir una chaqueta de chandal totalmente roja con el color bastante perdido de tantos lavados y unos vaqueros. Tenía una irremediable manía, llevaba cada día desatado uno de los cordones de sus deportivas blancas viejas, esa era su única manía.
Vivía desde el día en que nació en Norwich en la misma pequeña casa, con un pequeño jardicito, propiedad privada de sus padres, los dueños de la casa. Su habitación estaba en el segundo piso de la casa y la cama donde solía pasar cientos de horas muertas leyendo libros estaba encajonada en la esquina de la habitación. El escritorio con el ordenador desde el cual solía hablar con sus pocos amigos y algún conocido de la red estaba frente a la ventana.
Por la ventana cada mañana veía a su padre, al cual veía como un desconocido tanto como a su madre, coger el coche de su garaje para irse a trabajar, poco antes de que él, con su mochila colgada del hombro y su pelo despeinado, saliesen también de casa hacia el instituto.
Siempre que iba hacia el instituto pensaba lo mismo, cada día mientras caminaba sorteando charcos solo podía pensar en porqué en aquella maldita ciudad nunca salía el sol, porque siempre estaba oscuro y hacía tanto frío.
El instituto también era siempre la misma mierda, él solo tenía allí dos o tres personas, sus buenos amigos, pero solo ellos, el resto de personas para él eran completos desconocidos, gente con la que no quería hablar o que nunca habían sido importantes para su vida. Las clases también le parecían aburridas, todas iguales, horas que pasaba mirando llover por la ventana o dando con el bolígrafo en la mesa para contar cada uno de los segundos que pasaba y seguía allí.
Al fin y al cabo él quería llorar, se moría de ganas por ponerse a llorar, pero realmente no le salían las lágrimas, porque esa vida era lo que él siempre había querido, la tranquilidad y la monotonía. Hacía años que había decidido conformarse y abandonar la mayor parte de los cambios y la emoción en su vida, se había vuelto rutinaria.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Sweet eleven

¿Acaso era tan difícil de entender?

Solo quería estar con ella, abrazarla, mirarla, sentirla. Únicamente necesitaba besarla, devorarla, sentir que solo con ella podrían llegar a ser uno.

Tal vez realmente era su obsesión y tal vez le empezaba a preocupar que solo pudiese dormirse cada noche pensando en su mirada y en su sonrisa.

ELLA, ELLA, ELLA, tal vez si, tal vez ella lo era TODO para aquel insignificante hombre.

Sweet ten

Cansado. Agotado de luchar contra todo cuando todo se le cae encima, cuando siente que el mundo puede con él y ha logrado destrozar todas sus barreras. Cuando extiende sus brazos y sus piernas y suelta un grito, un grito de fin de guerra, un grito donde admite que se rinde, que todo para él ha terminado, y que con tal de no sufrir más, prefiere acabar ya.
Prefiere quedarse tirado en su cama, tocandose el pecho, buscando el latir de su corazón hasta dejar de sentirlo, hasta poder cerrar los ojos con total calma y una sonrisa impresa en los labios.
Tal vez la ignorancia a veces lleve a la sabiduría y la sabiduría a la ignorancia, sea como sea ese día él se sentía sabio, por una vez sabía lo que tenía que hacer y sabía que era lo que le rodeaba. Ahora solo le quedaba esperar.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Sweet nine

together maybe you me insignificant love forever imagine nothing first eyes boy green lose else black time girl looking change she hand things holding noise he stupid sweet angel scary happy kill sing me loving dream scream sixteen ignorance fall music air wind river for want in all we know boring good feelings night flows grow money drugs three spin paradise they this monster blue cat home heart street up bad broken do about day sky myself questions flower run scape exit space fantasy without forget end.

Sweet eight

Hay muchos tipos de miradas que se pueden producir en cualquier momento o con cualquier persona, pero en cambio, hay algunas que son especiales exactamente porque son lo contrario: porque para que ocurran hay que estar en un lugar específico o con una persona especial.
Ese tipo de miradas son las que se quedan grabadas, las que después recuerdas y te hacen sentir especial, tal vez más lleno o más vacío de lo que lo estabas antes.
Las que te hacen sentir más vacío siempre son miradas de desprecio, pena, sufrimiento, dolor...
En cambio las que te hacen sentir bien pueden ser sentimientos habituales, pero te hacen sentir bien, querer sonreir sin tener acaso una razón para hacerlo. Especialmente dentro de este tipo están las miradas de afecto, las miradas hacia alguien que no consideras un amigo, pero tampoco quieres que lo sea. Que sientes que no te importaría tenerle un poco más cerca, conocerle mejor y desentrañar sus secretos, pero no que sea tu amigo, sino... algo más.
Las miradas pueden llevar a muchos pensamientos erróneos y también acertados, lo difícil es... acertar.



Looking into your eyes~

martes, 3 de noviembre de 2009

Sweet seven

Tiempo. (Del lat. tempus). m. Duración de las cosas sujetas a mudanza. || 2. Magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro.



Realmente dudo que esa sea una buena definición para la palabra tiempo, simplemente hay palabras que expresan algo demasiado profundo como para poder explicarlo con palabras, la mayoría son sentimientos como el amor. Pero en este caso el tiempo no es ningún sentimiento, y encontrarle una explicación satisfactoria e igual para todo el mundo realmente es algo que se me antoja imposible, realmente complicado.
Who can say why your heart cries when your love dies? Only time.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Sweet six

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche esta estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.

Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.

Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda, poema número 20. Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

Sweet five

Cada respiración era más corta, el ritmo de su corazón se aceleraba y sentía que le costaba respirar ya. Aunque esa falta de aire que sentía en sus pulmones le daba una calma que necesitaba experimentar, asi su único dilema era si preferiría que esa falta de aire fuese pasajera o se mantuviese y le hiriese poco a poco hasta acabar con él.
Al fin y al cabo descansar era lo que necesitaba, estaba cansado de ser tan humano, con tantos sentimientos y tantos comederos de cabeza. Simplemente quería paz, no hablar, no actuar mostrando un papelón que no era realmente como se sentía, sin que nadie cuestionase su forma de ser ni se preocupase por como se sentía, simplemente paz.
Para que con el tiempo consiguiese arracar ese grito de locura que le permitiría olvidarla tal vez para siempre, aunque para ello tenga que pagar un precio tanto algo como su cordura.
Ya que ella siempre había sido su maldita cordura, al fin y al cabo... ¿No era la dueña de su corazón?

STOP, i'm insignificant.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Sweet four

1 de Noviembre.
Lujuria. (Del lat. luxurĭa). f. Vicio consistente en el uso ilícito o en el apetito desordenado de los deleites carnales.
Si dijese la razón exacta de porque adoro el día uno de Noviembre, asi como todos y cada uno de los días de este mes tendría que decir que es por un tema de lujuria.
Y si tuviese que explicar como fue mi día de ayer diría que estuvo basado en la lujuria, en el vicio y en el descontrol. Tabaco, alcohol y tal vez dosis de cariño, entre las cuales estaban unos labios con carmín rojo que como siempre me volvieron loco y que por una noche acabaron junto a los mios, perdiendose en un beso dulce. Labios que me dejaron un sello de carmin en mi cuello que aún perdura hoy, labios que dejaron un olor en mi ropa que no quiero que desaparezca nunca.
Pero la lujuria es la lujuria, y desgraciadamente lujuria no es sinónimo de genialidad, es como una moneda, tiene dos caras. Esos labios eran la cara buena, otros labios fueron la mala.

Bienvenido dulce Noviembre.

sábado, 31 de octubre de 2009

Sweet three

Muchas veces me he preguntado acerca de la influencia que la música tine sobre los sentimientos de las personas.
Cuando estamos felices escuchamos una canción alegre y nos animamos mucho más, e incluso podemos llegar a la euforia, acabar gritando y pegando gritos.
En cambio, cuando estamos bajos de moral o hundidos escuchamos una canción triste y aumenta nuestro dolor, nuestra pena o sufrimiento.
Pero... como todo en la vida hay pequeñas excepciones, cancones que por una determinada razón dejaron una profunda huella en nuestra vida, que nos hacen sonreir por pura felicidad, sonreir por añoranza de unos tiempos mejores o simplemente: llorar. En mi vida hay muchas canciones de ese estilo, pero solo existe una que me permita desahogarme los días que estoy mal y sonreir los que estoy bien, consiguiendo la mezcla perfecta y permitiendome asi sobrevivir solo con ella. Podría llamarlo la BSO de mi vida, y siempre agradeceré a la amiga que me la enseñó por haberlo hecho, aunque no alabe el grupo, la canción desde luego que si.
Tal vez sea una letra confusa y fácil de entender de dos modos completamente distintos, o su melodía con una carácteristica voz, lo que la haga tan esperanzadora y a la vez descorazonadora.
Por favor, escuchad SPIN de LIFEHOUSE.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Sweet two


Ignorancia. (Del lat. ignorantĭa). f. Falta de ciencia, de letras y noticias, general o particular.

Sweet one

Tenía miedo, sentía como todo se le echaba encima y casi ni le dejaba respirar. Como las penas y el dolor le ahogaban y no podía remediarlo...
Últimamente nada tenía un sentido claro, y sentía que estaba viviendo en un mundo que tal vez se le quedaba grande, que tal vez exigía mucho más de lo que él, con su pequeña cabecita, podía dar. Y ya se había cansado de intentarlo, de intentar parchear sus errores, y de buscarles el remedio que no tenian, ahora pensaba dejarlos explotar.